La pregunta es obvia pero, ¿cómo os ha afectado la Covid-19 a vuestra actividad industrial?
Estamos creciendo un 20 por ciento por encima de las cifras de 2019. Es un hecho milagroso dada la situación exterior y teniendo en cuenta que el sector industrial, vinculado a la climatización, ha caído un 27 por cien. Nos sentimos contentos de no haber aplicado ni reducción de jornada ni tampoco ERTE.
¿Y durante el confinamiento?
La fábrica de Airzone continuó abierta por cuanto éramos proveedores de actividades esenciales como hospitales, centros de salud, clínicas, etc. Para evitar solapamientos y garantizar las distancias, pasamos de dos a seis turnos y los escalamos en grupos de lunes a domingo. El objetivo era tener menos operarios trabajando a la vez y dividir la fábrica en pequeños espacios. El Gobierno hizo recomendaciones algo vagas por lo que tuvimos que buscarlas y que fuesen más coherentes. Al final, aplicamos sentido común y todo fue bien.
¿Cómo habéis afrontado el teletrabajo?
La experiencia para la parte de administración fue buena coincidiendo con el confinamiento. Según pasaba el tiempo, nos dimos cuenta de que se perdía algo. Me refiero a esos momentos del café y de convivencia. Esos momentos de trabajo que, realmente, no son trabajo. Poco a poco, iban perdiendo el vínculo empresarial, esa pertenencia a la compañía. A fin de cuentas, la gente tiene un proyecto personal y profesional. Actualmente, toda la plantilla trabaja en las instalaciones a diferencia del resto del parque. Cumplimos estrictamente las normas de seguridad, mantenemos distancias de seguridad, hemos reubicado a gente y distribuido los espacios, etc.
«Altra no ha aplicado ningún ERTE ni ha reducido la jornada. Al contrario, ha contratado nuevo personal”
¿Qué representan las exportaciones para Altra?
Todos los mercados exteriores están creciendo. Francia sigue siendo el principal cliente seguido de España. Italia, Estados Unidos y Alemania, por este orden, están comportándose bastante bien. Ahora mismo, las exportaciones suponen el 70 por ciento del negocio mientras el mercado doméstico aporta el otro 30 por cien. Considero que lo internacional es un seguro de vida para nosotros. Opino que cuanto más diversificado estés, más robusto eres. Como conclusión, diría que la exportación es nuestra estrategia de supervivencia sin la cual habríamos caído en alguna de las crisis anteriores.
Algunos países europeos, caso de Francia o Alemania, exigen unos niveles de eficiencia e impacto medioambiental mucho mayores que en España, ¿no es cierto?
En estos destinos, Airzone saca pecho. El producto que ponemos en el mercado está alineado con las estrategias europeas de eficiencia energética, medioambiental y de telecomunicaciones.
¿Cuál es el factor diferencial de Airzone? Dicho de otro modo, ¿qué la hace tan competitiva?
Nos movemos en el sector de la climatización residencial e industrial HVAC (heating, ventilation, and air conditioning). En ambas, hacemos que los equipos de climatización y calefacción se conecten a sistemas de comunicación. En otras palabras, le damos una capa de interconexión que, por sí solos, no tienen. Por este motivo, los dispositivos incluyen sistemas de cloud computing (en la nube).
”Esperamos lanzar a comienzos de 2021 un sistema de zonificación capaz de eliminar partículas, pólenes y bacterias del aire”
Esa eficiencia unida a una mayor intercomunicación, ¿qué ahorros proporciona?
Todo depende de la zona climática en la que vivas, las horas de sol y otras variables. De cualquier modo, un equipo Airzone proporciona una eficiencia energética de entre el 30 y el 50 por ciento respecto a otro convencional.
En España, la calificación energética es un sello que cuantifica lo que tu hogar o electrodoméstico gasta. Sin embargo, en países como Francia o Alemania no te permiten construir si no posees un número de calificación energética. Y en este caso, los equipos Airzone ofrecen un enorme atractivo. Digamos que esto ha pasado de ser algo voluntario a ser algo casi obligatorio.
¿Solo intervienen factores energéticos en la compra de equipos Airzone?
Por supuesto que no. Existe otra variable que afecta al usuario final. Nuestras máquinas se comunican con las personas. En realidad, puedes activar la calefacción o el aire acondicionado mientras te acercas a casa o personalizar la temperatura de cada habitación; incluso supervisar el gasto energético en cada momento. Hemos constatado que la monitorización remota propicia un ahorro, por lo general, del 25 por ciento.
Mantenéis acuerdos con grandes fabricantes de climatización, ¿no es verdad?
Efectivamente, con Daikin, Mitsubishi e Hitachi. Implementan en sus equipos soluciones Airzone. Consisten en sistemas electrónicos de IoT (internet de las cosas) para comunicarte con ellos. En el caso de Daikin somos proveedor web server. Esto hace que los equipos de climatización y calefacción puedan hablar a través de una app, desarrollada por la compañía, con los usuarios finales. El acuerdo con Hitachi es para Europa y tiene especial impacto en el mercado francés donde la marca japonesa tiene especial peso.
”Estamos creciendo a un ritmo del 20 por ciento respecto al año anterior. Es un hecho milagroso”
¿Cómo marcha el mercado español?
Durante el confinamiento hubo unos meses de parón industrial que también afectaron a la construcción. Sin embargo, a continuación hemos asistido a un periodo de efervescencia. No obstante, considero que tiene más relación con el hecho de que las promotoras quieran concluir las obras por temor a un nuevo estado de alarma.
A nivel residencial, el confinamiento ha generado un cambio de actitud hacia el producto. Las familias pasan más tiempo en casa y están dispuestas a hacer una inversión mayor en climatización ya que no han gastado en vacaciones o en salir por ahí. Opino que sigue existiendo un buen nicho de negocio. En realidad, se ha generado involuntariamente un ahorro por miedo a la Covid-19 y por precaución en el gasto energético.
¿Alguna novedad en cuanto a productos?
Esperamos lanzar a comienzos de 2021 un sistema desarrollado por Airzone capaz de eliminar partículas, pólenes y bacterias del aire. Constituye la nueva línea estratégica de Altra. Nos gustaría ir más allá del Coronavirus. Habrá una vacuna más tarde que pronto, eso es seguro. No obstante, las mascarillas se quedarán con nosotros. En mi opinión, no solo se va a hablar de calor y frio, en términos de climatización, sino de la calidad del aire en grandes espacios como restaurantes, clínicas, hospitales, hoteles, salones de eventos, gimnasios. Y, con el tiempo, todos los agentes van a demandar una mayor purificación. Debo decir que ya estábamos trabajando en ello pero la aparición de la Covid-19 aceleró estos planes. En 2030, probablemente veremos un nuevo concepto relacionado con la calidad del aire interior. Esta preocupación mundial derivará en la aparición de un sello similar al energético pero que delimitará los parámetros de lo que respiramos.
”El primer mercado para Airzone es Francia, que copa un tercio de las ventas. Le sigue España, Italia y Estados Unidos”
¿Cómo ve 2021?
Veo un buen horizonte. Europa demanda cada vez más sistemas eficientes, limpios -medioambientalmente hablando- y con menor consumo eléctrico. Si quieres aplanar esa curva de consumo vas a tener que usar sistemas de regulación de control. Como resultado, se va a producir una revolución en el mundo de la construcción, la industria y la instalación.
Por otro lado, la Unión Europea va a dar dinero para que las ciudades y las empresas se modernicen implementando sistemas de este tipo. Y nosotros estamos ahí.
Juan Alberto Gómez | Vida Económica